Este jueves, Diego Armando Maradona hubiese cumplido los 65 años. Entre tantos homenajes y evocaciones surge una que toca de cerca a los pilarenses: la amistad que el Diez forjó con Jorge "Vasco" Oyhanart, referente eterno del automovilismo local.
Corría la década de 1990 cuando se dio el sorpresivo primer encuentro: no fue en Pilar ni en un barrio porteño, sino en la playa Mar y Sol (también conocida como Balneario Oriente) de la provincia de Buenos Aires. Allí se pactó un viaje de pesca que –como no podía ser de otra manera, con esos protagonistas- tuvo de todo…
"Como pasó todo en mi vida, pasó sin querer", describió años atrás Oyhanart en una charla con el programa Carburando. "Él (Diego) fue a pasar unos días a Mar y Sol, donde nosotros tenemos una casa para pasar fin de año, las vacaciones", graficó el piloto pilarense.
"En ésa época se podía pescar tiburones, no estaba prohibido, y había mucho pique en esa zona", recordó el Vasco.
El rumor de la abundancia de tiburones llegó hasta el propio Maradona, quien también estaba veraneando allí. "Un día vino Diego a mi casa y me dijo si no lo llevaba", quedando así el pacto de pesca.
Al agua
"Como saben, en el mar no siempre se puede entrar –explicaba Oyhanart-. Los días pasaban y el mar no estaba acorde para entrar con la lancha. Y la ansiedad te hace cometer errores…".
Finalmente, la insistencia (e impaciencia) del Diez pudo más que la sabiduría de Oyhanart , quien terminó aceptando a pesar de las condiciones. "Fuimos al mar, pero había unas olas que no se podía entrar. Pero con Diego no se podía, quería entrar. Maradona era sí o sí, no había término medio".
Ambos ídolos pusieron la lancha en la rompiente "y cuando estábamos entrando vino una ola que nos tiró contra la costa, la lancha patas para arriba, rompimos el parabrisas", como contó el Vasco entre risas.
"Por suerte teníamos 30 años cada uno. Picamos de arriba de la lancha y no nos pasó nada", aclaró sobre la zambullida al mar que no les dejó consecuencias de milagro.
Todo cambió al día siguiente: "El mar parecía una pileta pero a la lancha le faltaba el parabrisas. Entramos igual y tuvo la suerte de sacar dos tiburones", recordó el Vasco. "Los tiburones se enganchan solos prácticamente, pero después hay que sacarlos... Son 80 kilos", subrayó.
Esas vacaciones inolvidables duraron un mes y dejaron un puñado de fotos para atestiguar ese momento imborrable. En una de las imágenes aparece el propio Oyhanart junto a Maradona sosteniendo la faena del día. Al lado, muy feliz también, está el yerno del Vasco, Abel Ataide.
El regreso
La brillante carrera del Vasco Oyhanart a bordo de su Ford Falcon llegó a su fin en 1994. Sin embargo, Diego Maradona le insistió en varias oportunidades para que volviera a las pistas ¡con él como acompañante!
"Yo recién había dejado pero él quería que yo volviera –recordó en Carburando-. El tipo me quería hacer correr, hasta me había conseguido publicidad, pero yo ya había puesto el punto final".
Y añadió: "Él quería estar en una carrera, pero yo pensaba ‘si a este tipo le llega a pasar algo, me tengo que ir con cohete a la luna (risas)’". Finalmente, Diego cumplió su sueño de subirse a un auto de TC pero con Oscar Aventín. No obstante, nada pudo borrar la cercanía que tuvo con el pilarense, un cariño de ídolo a ídolo.
¡Despertate, Diego!
Otra de las anécdotas que dejó esa experiencia de pesca entre Diego Maradona y Jorge Oyhanart se centró en la puntualidad exigente del Vasco, característica que no aflojó ni siquiera ante el astro del fútbol mundial.
El primer día para salir de pesca, el piloto de Pilar llegó hasta la casa de Diego a las 5 de la mañana. Allí tocó bocina un par de veces y, como no salió, se fue de pesca dejando plantado al mismísimo Diez...
La lección fue aprendida rápido para Diego: al otro día, el mejor jugador del planeta estaba listo como un escolar a la hora señalada y entonces sí partieron juntos.
(pilaradiario)