Trabajadores de Kimberly Clark acampan frente a la planta del Parque Industrial de Pilar, luego que la empresa anunciara de forma sorpresiva el cierre de la fábrica local para trasladar la producción a la provincia de San Luis, lo que trae aparejado 220 despidos.
El sindicato de Trabajadores de la Industria del Papel anunció que, al menos por el momento, no habrá bloqueos al complejo fabril. De todos modos, anunció que no levantará la medida hasta que se resuelva el conflicto, lo que puede suceder por dos vías: la reapertura de la planta o bien una renegociación de las indemnizaciones.
El titural del sindicato local y también extrabajador de Kimbery Clark, Diego Lijo, admitió que "generalmente las decisiones de las multinacionales son hechos consumados". De todos modos, planteó una venta de oportunidad ya que "la empresa no es que se va del país, sino que muda sus activos y encima informa una inversión de 15 millones de dólares. Entonces, consideramos que se podría llegar a dar esta condición".
Tal como reveló pilaradiario.com, la empresa había cerrado sus puertas el día viernes y el día sábado, argumentando un mantenimiento en la subestación eléctrica. Por lo tanto, cesanteó la gente en esos días y dijo de que iba a pagar la totalidad de los salarios. Pero el sábado al mediodía informó al sindicato e individualmente a cada trabajador de que la empresa cierra definitivamente su planta local.
"El mismo sábado iniciamos las acciones administrativas correspondientes en el Ministerio de Trabajo de acá de Pilar, solicitando una fecha de audiencia urgente y nos notificamos que estamos convocados a las 12.30 en el Ministerio de Trabajo de Pilar", había adelantado Lijo este lunes en una entrevista radial.
A esa hora, los sindicalistas concurrieron a las oficinas de Lorenzo López e Ituzaingó, pero los representantes de la empresa no se presentaron.
Conflicto
"El planteo es la reapertura del establecimiento y reincorporar a los 220 despedidos. En el caso de que esto no se pueda llevar adelante, buscaremos la manera de mejorar la liquidación final de nuestros compañeros y algún otro beneficio particular más", abrió el juego Lijo.
Es que la empresa ya depositó las liquidaciones de los trabajadores que resultaron sustancialmente menores a lo esperado.
"Nosotros tenemos salario por encima del convenio, pero la empresa liquida por los topes convencionales que están vigentes desde marzo, con lo que estamos sufriendo una pérdida económica nada más en la liquidación", explicó Lijo.
Así, por ejemplo, trabajadores especializados con más de 20 años de antigüedad y salarios por encima de los 4 millones de pesos mensuales recibieron sus indemnizaciones calculadas sobre un básico de 2,6 millones.

"Desolador"
"No lo esperábamos, es algo desolador en el contexto en el que estamos viviendo", describió Lijo sobre el impacto de la medida.
"Hay gente de hasta 35 años de antigüedad, trabajadores de 45 a 60 años de edad que quedamos a mitad de camino, lejos de jubilarnos, sin salario, sin empleo, sin llevar un pan a nuestra familia, nada. Es una situación que inclusive genera alguna complicación psicológica en nuestros compañeros", sostuvo.
"Hemos resuelto por asamblea iniciar en el día de hoy un acampe. Vamos a estar 24 horas en la puerta de la fábrica, durante los días que nos tengamos que quedar", adelantó Lijo. Y aunque aseguró que, "en primera instancia, será sin bloqueo y manejándonos dentro de las modificaciones de la ley bases emitida por Gobierno", advirtió que "después veremos y resolveremos por asamblea cuál sería el siguiente paso si no tenemos resultados positivos".
US$ 15 millones Anunció que invertirá Kiberly Clark en su planta de San Luis, donde centralizará la producción. La compañía englobó su decisión "en el marco de nuestra estrategia de optimización y crecimiento sostenible". El desembolso demandará un plazo de 36 meses.
(pilaradiario)