El Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires dictó la conciliación obligatoria en el marco del conflicto desatado tras el cierre de la planta que la multinacional Kimberly Clark tiene en el Parque Industrial de Pilar. La medida, dada a conocer el lunes a última hora, obligaba a la compañía a retomar la producción y reincorporar a los 220 trabajadores despedidos.
De todas maneras, la empresa rechazó acatar la resolución, al desconocer la jurisdicción del ministerio provincial para intervenir en el conflicto.
Se espera que mañana se produzca una audiencia entre la compañía y el sindicato de papeleros en el ámbito de la Secretaría de Trabajo de la Nación. El encuentro, fijado para las 11 de la mañana, se desarrollará de manera virtual.
Mientras tanto, los trabajadores mantienen un acampe en el Parque Industrial, frente a las instalaciones de la fábrica.
Kimberly Clark decidió de forma sorpresiva cerrar definitivamente su planta del Parque Industrial de Pilar el último sábado, cesanteando así a los 220 trabajadores locales, muchos de ellos vecinos de Pilar.
Al mismo tiempo que enviaba los telegramas de despido a todo su personal local, la compañía de capitales estadounidenses distribuyó un comunicado en el que anunció la centralización de toda su producción argentina en la planta de la provincia de San Luis, donde invertirá 15 millones de dólares en el próximo año y medio.
La compañía dedicada a la fabricación de productos para la higiene personal es propietaria de las marcas Huggies, Kleenex, Scott o Plenitud, entre otras. En Pilar, producía protectores diarios y toallitas húmedas.
Reclamo
"El planteo es la reapertura del establecimiento y reincorporar a los 220 despedidos. En el caso de que esto no se pueda llevar adelante, buscaremos la manera de mejorar la liquidación final de nuestros compañeros y algún otro beneficio particular más", sostuvo el titular del sindicato, Diego Lijo.
Es que la empresa ya depositó las liquidaciones de los trabajadores que resultaron sustancialmente menores a lo esperado.
"Nosotros tenemos salario por encima del convenio, pero la empresa liquida por los topes convencionales que están vigentes desde marzo, con lo que estamos sufriendo una pérdida económica nada más en la liquidación", explicó Lijo.
Así, por ejemplo, trabajadores especializados con más de 20 años de antigüedad y salarios por encima de los 4 millones de pesos mensuales recibieron sus indemnizaciones calculadas sobre un básico de 2,6 millones.
(pilaradiario)
